Narrativa española del siglo XX. Los años noventa
Cobi, mascota olímpica de las Olimpiadas de Barcelona 1992. Mariscal
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Esquemas de Historia de la literatura española
José María Izquierdo©
Grupo ELE de Oslo
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La Generación de los noventa: Los autores de la antología
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Junto a una creciente sintonía con la literatura occidental, desde las peculiaridades de la literatura española actual, se da en España al finalizar el siglo pasado una situación histórica única como es la existencia de
generaciones literarias en activo.
Durante los años noventa aparecerá, sin rupturas, ni grandes teorizaciones, una nueva generación de novelistas de la que a primera vista cabe resaltar la presencia de unas
mujeres narradoras, reflejo del cambio social habido en la España democrática propiciado por la integración de la
en la sociedad durante los años ochenta.
Características generales de los escritores de los años noventa:
1) Muchos de ellos han obtenido importantes premios literarios. Premios que nos muestran la existencia de una renovación del mercado en forma de la aparición de unos lectores, los jóvenes, que por razones históricas, sociales, culturales e ideológicas no se identificaban (e identifican) plenamente con las narrativas de los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta. Un público que no vivió ni la Guerra civil, ni la posguerra franquista y que durante el periodo de la
democrática carecía, por su edad, de los recursos intelectuales y experienciales necesarios como para adoptar una postura frente al proceso democrático español. Un público que ha padecido el proceso de "amnesia" propiciado por los diferentes grupos políticos españoles en el proceso de construccción consensuada de la democracia por lo que su "
" personal, por cuestiones de edad y de falta de referentes históricos, se ha construido sin nexos de unión con las generaciones anteriores. Unos lectores que desconocen el pasado cercano español y a los que, desde un
total hacia los grandes discursos
, les importa muy poco, en términos políticos, lo que haya ocurrido durante los últimos sesenta años de la historia de España.
2) Ese vacío histórico ha generado también una transformación del imaginario tanto del público lector como del de los escritores. Las señas de
, la memoria, el recuerdo sentimental de estos, algunos de ellos aún muy jóvenes, autores y lectores se articulan a través de códigos diferentes a los de las anteriores generaciones. Los escritores de las tres generaciones activas durante el
tenían en común unas cinematografías, una relación intelectualizada con la televisión e integrada con la radio, una vinculación sentimental con ciertas discografías basadas en la disidencia, o en el bolero y la canción española, que les hacían ser copartícipes de una realidad común a la de sus lectores durante un larguísimo periodo de tiempo. Los autores de los noventa, en cambio, escriben para un público que ha sufrido un corte generacional con sus mayores, que tiene muy poco en común con ellos porque se ha producido una fractura de los referentes socioculturales. Estos últimos se han
por medio de nuevos referentes literarios como Salinger, Kerouac, Ginsberg, Bukowski o Carver, así como por las cinematografías del cine negro e independiente norteamericanos, los del comic, del rock and roll y el blues de los Estados Unidos.
3) Algunos de estos "novísimos novelistas", como será el caso de José Ángel
(1971), han llegado a racionalizar la relación de su obra con un lector implícito ideal de carácter generacional y su vinculación a él no sólo a través de las historias narradas sino también por el, ya mencionado, uso de sociolectos y
juveniles que faciliten su recepción generacional, aspecto que caracteriza toda la obra de este escritor madrileño.
4) En todos los jóvenes narradores de los noventa hay una presencia clara de la cultura popular de masas que ya no se limitará a la española o francesa sino que se ampliará, como ya dijimos, a la anglosajona. No aparecen casi ejemplos de citación directa de la canción española, la copla o tonadilla, ni del bolero y cuando se hace no es de forma irónica sino abiertamente
. Tampoco hay una presencia de la "Nueva canción francesa" de los años cincuenta y sesenta, ni de la "Nova cançó catalana", ni de sus equivalentes regionales, como ocurría en las obras de los autores de generaciones anteriores.
5) De la misma forma la
ya no será un medio de comunicación más, sino que será tomada como el medio de comunicación por excelencia. Esa preeminencia se presentará no de forma acrítica sino mostrándose el aspecto más kitch de esta a través de la parodia de algunos anuncios publicitarios, concursos, culebrones americanos y comedias de situación. No se da una crítica reflexiva de estas materializaciones de los medios de comunicación sino más bien una burla de los mismos.
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